El cirujano estético francés Michel Maure, acusado de haber desfigurado a 96 mujeres, fue condenado ayer a tres años de cárcel en firme en un juicio que se celebró en Marsella sin su presencia, ya que permanece detenido en España.
El Tribunal Correccional de Marsella considera a Maure -de 59 años y apodado «Doctor Muerte»- culpable de «engaño agravado, publicidad engañosa y poner en peligro» a otras personas. En consecuencia, deberá pagar una multa de 75.000 euros, indemnizar a sus víctimas e ingresará en prisión. Según el presidente del tribunal, Vincent Turbeaux, el condenado había practicado una «medicina de garaje» que prueba un «desprecio total a terceros».
Maure está detenido en España, pendiente de ser extraditado. Llegó a nuestro país ilegalmente al final de su proceso durante el pasado mes de junio, saltándose el control judicial. El fiscal había pedido la pena máxima de cuatro años de prisión en firme y 75.000 euros de multa para el autoproclamado «el mejor en cirugía estética del mundo» por haber desfigurado a 96 pacientes a las que operó -entre 1990 y 2004- prometiéndoles mejoras estéticas gracias a sus métodos de cirugía.
Las intervenciones se llevaron a cabo en dudosas condiciones de higiene y sin disponer de la autorización oficial preceptiva. El abogado del cirujano ha anunciado que recurrirá la sentencia, que rebajó ligeramente la petición del Fiscal. La justicia española aún debe pronunciarse sobre su entrega a las autoridades francesas.
El Tribunal Correccional de Marsella considera a Maure -de 59 años y apodado «Doctor Muerte»- culpable de «engaño agravado, publicidad engañosa y poner en peligro» a otras personas. En consecuencia, deberá pagar una multa de 75.000 euros, indemnizar a sus víctimas e ingresará en prisión. Según el presidente del tribunal, Vincent Turbeaux, el condenado había practicado una «medicina de garaje» que prueba un «desprecio total a terceros».
Maure está detenido en España, pendiente de ser extraditado. Llegó a nuestro país ilegalmente al final de su proceso durante el pasado mes de junio, saltándose el control judicial. El fiscal había pedido la pena máxima de cuatro años de prisión en firme y 75.000 euros de multa para el autoproclamado «el mejor en cirugía estética del mundo» por haber desfigurado a 96 pacientes a las que operó -entre 1990 y 2004- prometiéndoles mejoras estéticas gracias a sus métodos de cirugía.
Las intervenciones se llevaron a cabo en dudosas condiciones de higiene y sin disponer de la autorización oficial preceptiva. El abogado del cirujano ha anunciado que recurrirá la sentencia, que rebajó ligeramente la petición del Fiscal. La justicia española aún debe pronunciarse sobre su entrega a las autoridades francesas.
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