La sensación de hinchazón, ardor, o gases que inflaman el vientre, a causa de malos habitos alimentarios, poco ejercicio, estrés, etc… son algo muy molesto e incómodo, pero se puede conseguir ese vientre plano con el que todos soñamos, no sólo por estética sino por salud. Hay que ser consciente de que tener un vientre plano no es algo facil y requiere mucha disciplina, fuerza de voluntad y alguna ayuda externa.
Actualmente, la acumulación de grasa de forma localizada es algo muy normal, sobre todo en dietas ricas en fibra, con exceso de grasas o azúcares, falta de ejercicio físico, el estrés, las bebidas gaseosas, mala masticación, comer o hablar muy deprisa tragando mucho aire y otros habitos alimenticios. Igualmente, la falta de tiempo para comer bien, derivando en comidas mal repartidas a lo largo del día, periodos de ayunas seguidos de otros de hiperalimentación, la comida rapida, etc… son otros factores que influyen en este problema.
Los gases son provocados por fenómenos de fermentación aeróbica (fermentación en presencia de oxígeno) y como consecuencia de la acción de ciertas bacterias sobre el contenido intestinal. Ademas, en las dietas de control de peso se aumenta la ingesta de alimentos que producen gases intestinales, como por ejemplo los alimentos ricos en fibra.
Internamente, la sensación es muy molesta y los dolores suelen ser de los mas dolorosos e incómodos y muchas veces, ni te puedes mover. Otras veces, sientes ardor como consecuencia de digestiones pesadas. Físicamente, se traduce en un hinchamiento del abdomen, que se queda rígido y provoca la necesidad de aflojar el cinturón del pantalón o de desabrochar el botón de la falda durante todo el día para sentirse mas liberado o mejor.
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